Muchas veces escucho o veo personas que discuten el precio de un determinado o producto o servicio diciendo que es Caro o Barato. Ahora ¿Qué hace que determinemos que algo es caro o barato? ¿Nuestro poder adquisitivo o la mirada en aquello que se ofrece como retribución por ese dinero que se paga?. Generalmente es la primera opción la que nos determina. Es nuestra imposibilidad de poder pagarlo lo que nos hace verlo caro o barato ¿o no es así?.

He pasado por esa experiencia más de una vez hasta que empecé un proceso personal de valorización de la manos de los ángeles y pude darme cuenta que nuestra percepción limitada es la que nos lleva a creer que algo es más caro o más barato.

Pocas veces nos ponemos a pensar el esfuerzo detrás de un producto o servicio: el tiempo de dedicación para producirlo o la energía al brindar el taller o sesión, las plataformas que se utilizan para mayor comodidad o los lugares que se alquilan para poder dictar la actividad, la inversión en publicidad, el material que se da, etc.

Desde que cambié mi mirada dejé de cuestionar los precios cuando alguien me vende su producto o servicio puesto que es el valor que esta persona le da a todo el proceso que hay detrás y si considera que ese es el precio justo no soy quien para discutirlo. Si yo no puedo abonar es un problema mio no de la persona y si hago el esfuerzo para abonarlo estoy segura que más lo voy a valorizar porque lo que nos cuesta lo valoramos más. O no te ha pasado? Cuantas veces diste un curso o una sesión cobrando un precio bajo, te desgastaste y después viste que esa persona no cuidó esa labor. O tal vez nos enteramos que nos lloraba el precio y abonó más del doble o triple por el producto o servicio de otra persona que laboraba con otra herramienta de menos efecto pero como era más caro pensó era mejor!

A todos nos ha pasado alguna experiencia similar pues ¡somos humanos!. Yo lo he vivido muchas veces hasta soltar mis miedos a cobrar lo que considero justo por lo que doy y defenderlo cuando me lo cuestionan.

¡Dejemos de regalar nuestro trabajo, valoricemos nuestra formación, nuestro tiempo, las herramientas que usamos y pagamos para brindar cada día mejores servicios! ¡Cambiemos la mirada de carencia hacia el cliente potencial dejando de pensar que no podrá abonarlo! El puede y si no tiene los medios económicos hay siempre otro tipo de intercambio justo que puede darnos pero no bajemos los precios, no nos desvaloricemos en función de lo que el otro nos dice.

Cuando nos valoramos atraemos hacia nosotros personas que valorizan lo que damos y no discutan el valor que pedimos, abonan con alegría porque saben lo que brindamos.

Siempre habrá alguien que cobre menos por algo similar pero nunca será igual a lo que tu ofreces. Valorízate y ámate.

Si deseas adquirir un producto o servicio brindado por mi: cursos, talleres, sesiones, oráculos no mires el precio que le doy sino lo que recibes con ese intercambio, luego si no tienes el dinero hablemos por privado que de seguro hay algo por lo que podemos intercambiar dando un equilibrio justo. ¡Que el dinero no nos limite!

Para algunos puedo ser vista de materialista o de cara en comparación con otros precios de otros colegas, pero te aseguro que si pruebas lo que doy comprenderás que vale mucho más de lo que pongo como intercambio buscando un equilibrio justo.

El dinero es necesario para sostener todo lo que abonamos para llevar adelante la expansión. ¡Reconciliémonos con él! Sin dinero no puedes vivir, no puedes comer, no puedes pagar la Internet, la luz, el gas, el local, el dominio y hosting de la web, etc.

¿Tienes en cuenta tus gastos reales incluyendo tu energía y tiempo a la hora de determinar el valor de tus tarifas? Esa hora o más de tu tiempo que podrías estar con tu familia estás dedicándola a mover energías o brindar guía a una persona que lo necesita y debe cobrarse justamente sin irse al extremo, claro. Cobrar lo justo, no robar que es otro tema aparte.

Los ángeles nos enseñan que cuando valorizamos nos valoramos, si no valoras fíjate si te valoras y te valoran. Si no te valoran, ¿cómo te valoras tú? Analiza esto cada vez que te llegan personas que cuestionan tus tarifas y verás que al laborar en este bloqueo interno dejarás de atraer este tipo de personas respetando su proceso.

Aquí no se trata de juzgar sino de respetar procesos. ¿Me explico? No te enojes con quien no te valoriza, has un viaje hacia adentro. Recuerda que como es adentro es afuera.

Si mis palabras te ayudaron por favor comparte y si disientes en algún punto podemos aprender juntos, déjame tus comentarios. Siempre en un clima de respeto, juntos evolucionamos.

¡Bendigo tu abundancia y valoro mucho tu tiempo dedicado a leerme!

Bendiciones aladas!

Rosalia López Briega

Canalizadora de Kodoish, Amor divino