Hoy celebramos la festividad de la Anunciación, el día en el cual el divino arcángel Gabriel le anunció a la Virgen María que sería la madre Jesús, el Hijo de Dios.

Cada vez que contemplo este misterio me detengo en la actitud dócil de la Virgen María, quien no se puso a analizar el mensaje que recibió, simplemente hizo una pregunta para un mejor entendimiento y sin cuestionar ni dudó dijo «Sí».

Ese sí tendría muchas consecuencias en su vida: peligro de muerte por ser considerada adúltera, perder el compromiso con José que podría creer que ella había sido infiel, ser juzgada en todo el pueblo por estar embarazada antes de completar el casamiento. Sin embargo, ella no se detuvo a pensar en ello, entregó sus miedos y confió en Dios. ¿Y tú ante las dificultades de la vida confías en que estás en manos de Dios y él cuidará de ti?. 

En estos tiempos en los cuales a nivel mundial nos encontramos atravesando momentos de mucha incertidumbre y temor al contagio del virus COVID-19 te invito a ponerte en manos de la divinidad como lo supo hacer María. Aunque no comprendamos por qué debemos atravesar esta situaciones y tengamos miedos, digamos Sí, hágase la voluntad divina. Entreguémonos confiadamente en los brazos de Dios Padre.

Creo que en los momentos de mayores crisis es donde se prueba nuestra verdadera fe. ¿Por qué tener miedo si nada es imposible para Dios?.

¡Feliz día de la Anunciación!